Reserva Natural Formosa: un tesoro oculto del oeste formoseño

Reserva Natural Formosa: un tesoro oculto del oeste formoseño

Un lugar que ofrece fauna autóctona, caminatas, playas naturales y un entorno agreste ideal para desconectar..

En el corazón del oeste de la provincia de Formosa, donde el silencio del monte se mezcla con los sonidos de la fauna salvaje, se encuentra la Reserva Natural Formosa, un área protegida de más de 9.000 hectáreas que invita a una experiencia distinta y a adentrarse en uno de los ecosistemas más fascinantes del norte argentino.

Ubicada a unos 60 kilómetros de Ingeniero Juárez, en el límite con Salta y cerca del río Bermejo, la reserva forma parte del Chaco Seco y alberga una riqueza natural y cultural sorprendente. Declarada reserva en 1968, es administrada por la Administración de Parques Nacionales y representa un destino ideal para quienes buscan desconectar de las rutas más transitadas y conectar con la naturaleza en estado puro.

QUÉ HACER EN LA RESERVA NATURAL FORMOSA 

La propuesta de la Reserva Natural Formosa es vivir el monte chaqueño desde adentro, con experiencias simples :

  • Senderismo: el circuito “Monte Adentro” (1 a 3 km) y el sendero vehicular Tewúk I‑Chot (5,5 km) permiten recorrer bosques nativos, bañados y pastizales. A lo largo del camino hay carteles interpretativos que enriquecen la experiencia.
  • Avistaje de fauna y aves: en las primeras horas de la mañana o al caer la tarde, se pueden observar yacarés, osos hormigueros, corzuelas, carpinchos, tortugas, y una gran variedad de aves como jabirúes, charatas y chuñas patas negras.
  • Fotografía de naturaleza: los contrastes de luz del monte, la fauna en movimiento y los paisajes ribereños ofrecen múltiples oportunidades para amantes de la fotografía.
  • Exploración de madrejones y playas estacionales: entre mayo y noviembre, cuando baja el Bermejo, se forman charcos y playas naturales. Allí se pueden observar animales refrescándose y aves alimentándose en su hábitat.
  • Camping agreste: con áreas preparadas con sanitarios, mesas y asadores, es posible pasar la noche en contacto directo con el entorno, ideal para los más aventureros.
  • Conexión y silencio: sin señal, sin electricidad y sin multitudes, la reserva ofrece un espacio perfecto para desconectarse del mundo y reconectar con uno mismo.

A diferencia de otros parques nacionales más conocidos, esta reserva mantiene un perfil bajo. Su acceso, que puede volverse intransitable en época de lluvias, y su escasa infraestructura la convierten en un destino ideal para viajeros con espíritu aventurero.

No hay servicios turísticos formales, por lo que se recomienda llevar provisiones, agua potable, protector solar, repelente y consultar el estado de los caminos antes de viajar.

CÓMO LLEGAR A LA RESERVA

La mejor forma de acceder es desde la localidad formoseña de Ingeniero Juárez, por las rutas provinciales 39 y 9. También es posible llegar en transporte público hasta Juárez y, desde allí, contratar un remís o camioneta.

La entrada es libre y gratuita, y el ingreso está permitido durante todo el año, aunque el invierno es la mejor época para visitarla por su clima más templado y caminos más accesibles.