La queja es el resentimiento o disgusto que se tiene respecto a un hecho desagradable o actuación de algo o alguien.
La queja funciona como método de desahogo o escape para la mayoría de las personas. Sin embargo, este es un mal hábito que puede dañar a quien lo practica.
Hoy en día las personas se quejan por todo «si llueve o no llueve, si hace sol o no hace, si hay frío o calor». Todo parece ser motivo de molestia para la mayoría de las personas.
Quejarse todo el tiempo trae consecuencias dañinas para la salud tanto física como mentalmente, ya que esta práctica afecta las relaciones personales, la autoestima y el bienestar de la persona.
La queja es como el humo
Una vez que se expresa la queja, esta se expande del mismo modo que lo hace el humo, el cual una vez esparcido contamina todo lo que está alrededor.
Las personas que se pasan la vida quejándose, normalmente tienden alejar a todos los que le rodean, ya que nadie quiere estar cerca de una persona que destruye con sus palabras.
¿Cuál es el mejor remedio para dejar la queja?
- Pon atención en las cosas buenas: El tiempo es muy valioso, así que no vale la pena malgastarlo pensando en cosas que generan molestia o disgusto. Lo mejor que se puede hacer es pensar en las cosas que realmente valen la pena.
- Cambia la frase: Es recomendable fijar una palabra o expresión que pueda sustituir la de la queja, como por ejemplo: «Dios tiene el control» o «Todo sucede con un propósito».
- Aprende a construir: La queja viene como producto de algo que generó molestia. Pero en lugar de usar la queja como método de destrucción, se pueden plantear una posible solución o idea para mejorar.
Se debe tener presente que la oración es el primer recurso para abandonar una vida llena de quejas. Agradecer a Dios por los momentos buenos y los malos le ayudará aceptar que todo tiene un propósito, (Salmos 19:14).
Es posible que al principio sea un poco difícil encontrar algo bueno en las cosas malas, pero con la ayuda de Dios todo es más fácil.
«Háganlo todo sin quejas ni contiendas», Filipenses 2:14.