La cifra comprende tanto el dinero guardado en cajas de seguridad como en las cuentas bancarias declaradas en el exterior o el que está “en el colchón”; el dato del informe de Balanza de Pagos y corresponde al tercer trimestre de 2022
uchos argentinos intentan abandonar el peso y buscan proteger sus ahorros en otras monedas, a partir de la inestabilidad económica que arrastra hace años el país, la inflación de doble dígito desde hace más de 15 años y la pérdida de confianza en la moneda local , cuyo poder de compra se evapora mes a mes. En ese contexto, año a año se incrementa el monto de dinero que los ciudadanos atesoran fuera del sistema financiero: según las últimas estimaciones oficiales, la cifra ya supera los US$261.490 millones.
Es una cifra que crece trimestre a trimestre, de acuerdo con las estimaciones del Indec, y contempla el dinero atesorado en cajas de seguridad, los fondos alojados en cuentas bancarias declaradas en el exterior y los billetes conservados “en el colchón”, tanto en dólares como en otras divisas.
El último dato, difundido hoy, corresponde al tercer trimestre de este año, y se incluye en el informe Balanza de Pagos, posición de inversión internacional y deuda externa, que contempla todas las operaciones financieras entre la Argentina y el exterior, tanto del sector público como el privado.
La cifra es un 3,7% superior en comparación con el monto estimado por el Indec un año atrás (US$252.186 millones). No obstante, si bien en términos nominales refleja un crecimiento, ese alza se ubica por debajo de la inflación registrada en los Estados Unidos (8,2% interanual en julio).
Según las estas estimaciones del instituto que lleva las estadísticas nacionales, el dinero guardado fuera del sistema, contemplado dentro del segmento ‘Otras inversiones’ en la Posición de inversión internacional, se incrementó en US$9304 millones (3,7%) en los últimos 12 meses, si se compara este último dato con el de igual período de 2021. Si se considera la evolución en el último trimestre (julio-septiembre, últimos datos disponibles), el monto que los argentinos atesoran fuera del sistema local creció en US$US$3569 millones (1,4%).
La dolarización de los ahorros y la huida del sistema local es una tendencia que hace años marca a la economía argentina y no distingue gobiernos y administraciones. La acumulación de sucesivas crisis económicas, cepos, confiscaciones de depósitos, inflación, cambios de moneda, déficit fiscal, emisión y pérdida del poder adquisitivo configuraron un escenario de desconfianza hacia el sistema financiero local y hacia el peso como refugio para los ahorros.
Mientras la inflación local se encamina a las tres cifras (el último REM del Banco Central ubica el consenso de proyecciones en torno al 99,7% para 2023), los argentinos intentan huir del peso para evitar el impacto de su pérdida de poder adquisitivo. Así, la moneda local es usada para concretar pagos y transacciones cotidianas (si bien algunas operaciones, como la compraventa de propiedades, se estima y se realiza en dólares), y perdió su rol como reserva de valor.
En consecuencia, muchos de quienes tienen capacidad de ahorro recurren al dólar u otras divisas para intentar cuidar su capital.
El crecimiento del stock de ahorros fuera del sistema local cobra mayor peso cuando se coteja ese dato con otras variables de la economía. Por ejemplo, la cifra informada por el Indec equivale a más de cinco veces las reservas brutas del Banco Central (BCRA): al cierre de ayer se ubicaron en US$39.798 millones.
“La acumulación de activos externos que quedan por fuera del sistema tiene larga data, por lo que la cifra actual, si bien es significativa, no es más que un reflejo de la continuidad de la debilidad en la demanda de pesos. Esto es en un contexto donde la inestabilidad macroeconómica es la norma más que la excepción, situación que se plasma en una desconfianza en los activos locales en un contexto de tasas reales sistemáticamente negativas dada la escalada de los precios”, dice Milagros Suardi, economista de la consultora Eco Go.
“El fenómeno se fue profundizando con el correr de los años, en tanto la economía convive con una restricción a la compra de dólares oficiales y una elevada brecha cambiaria, frente a un BCRA que hace malabares para conservar sus reservas. En el fondo, es un problema de desconfianza, en una economía que no crece, que no tiene crédito en pesos y menos en dólares, y que es a su vez un determinante para la imposibilidad de crecer”, agrega la analista.
El informe del Indec incluye a su vez otros rubros que ilustran cómo los argentinos eligen destinar sus bienes a instrumentos o activos fuera del país. Según el organismo, en el concepto de “Inversión directa” (bienes, propiedades u otros activos físicos) los argentinos tienen declarados US$44.184 millones. En comparación con igual trimestre de 2021, ese stock se incrementó en US$2135 millones (5,1%).
En tanto, la categoría “Inversiones de cartera”, que contempla títulos públicos, acciones y otros instrumentos financieros, concentra unos US$71.709 millones.