Tu vida está coronada de gracia

Tu vida está coronada de gracia

“…Dios… los eligió para que llegaran a ser como su Hijo… Dios los llamó para que se acercaran a él. Y…los puso en la relación correcta con él. Y, luego…les dio su gloria. ¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas…? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?”, Romanos 8:29-31 (NTV).

¡Bendito sea el extravagante amor de Dios! ¿Podemos dudar de su cuidado frente a tantas demostraciones de afecto y ternura? Sin embargo, el amor de Dios y su tierno cuidado no nos eximen de sufrimientos. 1ª Pedro 4:12 pone en evidencia el error de los primeros cristianos. Ellos pensaban que por confiar en Dios no iban a padecer injusticias: “Amados, no se sorprendan del fuego de prueba… como si alguna cosa extraña les estuviera aconteciendo” (NBLH).
Muchos cristianos piensan del mismo modo. Creen que la fe en el Señor los absolverá de padecer, pero no es así. Jesús mismo quiso que todos sus seguidores tuvieran claridad al respecto, por eso dijo: “…Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas…”, Juan 16:33 (NTV). Luego de estas palabras, oró por nosotros. ¿Lo recuerdas? Jesús dijo: “…No pido por la gente que no me acepta y que solo piensa en las cosas de este mundo. Más bien, pido por los seguidores que me diste y que son tuyos”, Juan 17:9 (TLA). La oración de Jesús nos preserva en medio del mal y la maldad. ¡Confiemos!
Por lo tanto no te rindas al dolor. En su lugar, acude al trono de la gracia. Clama con el corazón en el sitio donde Dios está, escucha y responde: “…Cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto”, Mateo 6:6 (BAD). ¿Vas a transformar tus problemas en victorias o darás un paso hacia atrás? Es cierto que la vida pasa por la tierra del dolor y los sufrimientos; pero también es cierto que somos más que vencedores en cualquier situación: “…Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? Antes…somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”, Romanos 8:31-37 (VRV). No te atemorices cuando la dificultad se presente e incluye a Dios en tus decisiones. Vislumbra tu porvenir con fe y muévete en esa dirección porque su gracia, su favor inmerecido y su amor perfecto están disponibles para ti cada día de tu vida.

Extraído de: Un nuevo año, una nueva vida, una nueva oportunidad – Encuentros diarios con el Espíritu Santo / José Luis y Silvia Cinalli. Lo puedes adquirir en www.libreriadelaciudad.com