Estados Unidos, México y Canadá serán los anfitriones; cómo será el reparto de las plazas y el análisis del formato de los grupos
Los festejos todavía envuelven a la Argentina, que este martes tiene el paseo del plantel desde el predio de la AFA, en Ezeiza. El Obelisco fue el centro de las celebraciones deportivas de un país que bajo la camiseta de la selección descubrió motivos para darle rienda a la alegría con la tercera estrella mundialista, la que terminó con 36 años sin consagraciones. Pero, a la vez, comenzó la cuenta regresiva para la siguiente Copa del Mundo, que tendrá múltiples razones para ser considerada como la nueva era de los Mundiales: porque tendrá tres organizadores, 16 sedes (y ningún estadio nuevo anunciado) y, 48 selecciones participantes, entre algunas de las perlas que ofrecerá la nueva cita en la que la Argentina intentará defender la corona.
Proyectar la nueva aventura cuando todavía no terminaron las celebraciones ni se apagaron los fuegos parece apresurado. Imaginar quiénes de los recientes campeones pueden ser parte del nuevo desafío es todavía más arriesgado. Pero el desafío de retener el título lentamente se irá encendiendo. Estados Unidos, México y Canadá serán los anfitriones, dando el paso inicial para una organización de tres federaciones. La única vez que la Copa del Mundo se disputó en dos países fue en Corea del Sur y Japón, en 2002. Pero no será la única novedad: desde Francia 1998 a Qatar 2022, los mundiales se celebraron con 32 selecciones, mientras que la próxima aventura ofrecerá 16 plazas extras, elevando a 48 la cantidad de clasificados.
Formato de competición: siete u ocho partidos
La expansión de equipos hará que el número de 64 partidos al que los hinchas se acostumbraron en los últimos siete torneos será dejado de lado. No obstante, aún es incierto el formato que utilizará la FIFA para disputar la próxima Copa del Mundo, con dos variantes principales siendo debatidas.
Con 16 grupos de 3 equipos cada uno
El formato originalmente estipulado para 2026 consistía en repartir los 48 participantes en 16 grupos con tres equipos cada uno. Los dos mejores de cada zona pasarían a los dieciseisavos, y desde ahí arrancaría la etapa eliminatoria, llevando el total de partidos a 80, aunque para cada equipo se mantendrían los siete. Sin embargo, esta configuración recibió fuertes críticas cuando fue inicialmente anunciada, debido a que el hecho de que se jueguen apenas dos partidos puede dar lugar a que se generen situaciones como la Desgracia de Gijón de 1982, con dos equipos (Alemania y Austria, en aquella ocasión) pactando un resultado que beneficie a ambos -y perjudique a un tercero- para superar la primera ronda.
Con 12 grupos de 4 equipos cada uno
Después de los cuestionamientos y de una vibrante primera etapa en Qatar, Gianni Infantino reconoció que existe la posibilidad de que se mantengan las zonas de cuatro selecciones –serían 12–, clasificándose los dos primeros y los mejores ocho terceros, para desde ese momento iniciar la eliminación a un partido, con 32 clasificados. Es decir que, en las dos alternativas, los octavos de final pasarán a ser dieciseisavos de final, pero si se mantienen los grupos de 4 equipos, se jugaría un partido más por selección, llevando el total a 104 encuentros.
Con formato suizo, como en el ajedrez
Un enfoque más radical podría ser el “sistema suizo”, un formato de torneo utilizado para el ajedrez y otros juegos de mesa. Es, en esencia, una liga con menos partidos. Los competidores no juegan contra todos los demás. En cambio, después de cada ronda, se enfrentan a oponentes que tuvieron un rendimiento similar. Los ganadores juegan contra los ganadores, pero los que pierden aún tienen la oportunidad de redimirse y ascender en la tabla de la liga. Según un estudio de Laszlo Csato y sus colegas de la Universidad Corvinus de Budapest, este formato es el más efectivo para clasificar equipos en un período corto. A partir de 2024, la Champions League implementará una variación del sistema suizo para reducir los 36 equipos iniciales a una ronda eliminatoria de 16.
Hacer algo similar para un Mundial significaría dividir los 48 equipos en grandes grupos (cuatro grupos de 12, por ejemplo) y usar el sistema suizo para identificar a los primeros. La dificultad radicaría en garantizar que cada grupo tuviera una calidad similar y luego identificar el fixture correcto de cada ronda para garantizar que todos los equipos enfrentaran un desafío similar para clasificarse para la eliminatoria. Los fanáticos y los equipos se quejan de los actuales sorteos de grupos. Una situación en la que algunos equipos se enfrenten a oponentes aparentemente más fáciles dentro de su grupo podría desencadenar la furia.
La distribución de las plazas
Con tres países organizadores, las plazas por cubrir serán 45, aunque la FIFA todavía no confirmó la clasificación automática. Si Estados Unidos, México y Canadá tienen el boleto asegurado deberá estudiarse si son parte del cupo de los países que responden a la Concacaf, que en 2026 tendrá 6,5 lugares. Conmebol también tendrá 6,5 cupos –para las eliminatorias de Qatar se clasificaron la Argentina, Brasil, Uruguay y Ecuador, mientras que Perú jugó el Repechaje– con la confederación confirmando que se mantendrá el formato actual de eliminatorias; la UEFA llevará de 13 a 16 sus participantes; África crece y dispondrá de 9,5; Asia también ascenderá a 8,5 y Oceanía, 1,5, asegurándose por primera vez un participante de forma directa.
Las sedes
Cubrir las distancias serán un reto para la organización, que designó a las ciudades sedes. Estados Unidos aportará a Atlanta, Boston, Dallas, Houston, Kansas City, Los Ángeles, Miami, Nueva York, Nueva Jersey, Philadelphia, Seattle y San Francisco; México tendrá tres ejes: Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey, mientras que Canadá ofrecerá como anfitriones a Toronto y Vancouver.
LA NACION
